22.6.12

Las Frutas como Remedio.



Manzana
Se trata de una de las frutas más consumidas, ya que gustan a todo el mundo, se pueden encontrar durante todo el año en múltiples variedades.  Entre sus propiedades saludables destacan cuatro:

 Es un eficaz aliado contra la diarrea, una de las patologías más frecuentes en nuestra sociedad. Para ello la manzana debe ser consumida en forma de compota, hervida, en puré o asada.
  Por extraño que parezca, también sirve para la situación contraria, es decir, para combatir el estreñimiento. En este caso, la manzana ha de tomarse cruda y con piel para aprovechar toda la fibra que contiene.

 Gracias a su rica composición en flavonoides, quercitina y vitamina E, se puede considerar un alimento antioxidante y, por tanto, una fruta capaz de cuidar nuestra piel.
  Gracias a su capacidad para saciar el apetito, es una eficaz ayuda para aquellas personas que están a régimen o que simplemente no quieren picar entre horas.

Melón y Sandía
Ambas frutas, las más populares en verano, destacan por su alto contenido en agua (aproximadamente un 93%), lo que facilita la eliminación de toxinas y constituye un excelente remedio contra las altas temperaturas. Además, son perfectas para enfermedades que causan retención de líquidos y para dietas de adelgazamiento, debido a que tienen un bajo contenido calórico, aproximadamente 20-30 calorías por cada 100 gramos.

 La sandia, por su parte, puede que no tenga cantidades relevantes de vitaminas, pero sí aporta altas dosis de magnesio, uno de los compuestos que permiten el buen rendimiento muscular, y potasio, que participa en la función celular. Minerales importantes para un correcto desarrollo.


El melón,  en cambio, aporta vitaminas C, que ayudan a asimilar los aminoácidos; A, necesarias para la buena salud de la vista y la piel; E, antioxidante que actúa en la reparación de los tejidos; B1 o tiamina, con funciones en el sistema nervioso; B2 o riboflavina, para la respiración celular; B3, o niacina, que interviene en el crecimiento y la reproducción; y B5, imprescindible en el metabolismo celular. En cuanto a los minerales, al igual que la sandía, destaca por su alto contenido en magnesio y potasio, pero también en sodio, importante para que los impulsos nerviosos se transmitan correctamente. Además, contiene cantidades menores de calcio, hierro, zinc y selenio.


Las personas diabéticas deben tener mucho cuidado con esta fruta ya que contiene grandes cantidades de azúcar.


Mango y Granada
El mango contiene una elevada cantidad de agua y de glúcidos, pero también aporta minerales como hierro, calcio, fósforo, potasio y sodio. Hay que diferenciar entre los mangos que aún no hayan alcanzado la madurez, que serán ricos en vitamina C, y los que ya han madurado que contienen vitamina A y ofrecen una gran cantidad de beta carotina. En cualquiera de los casos, el mango añadirá a la dieta grandes dosis de ácido fólico.

 El mango, por todas estas cualidades, puede considerarse un gran aliado para la prevención de enfermedades relacionadas con la piel, la mucosa o la vista. Además, su consumo está aconsejado para personas que sufren anemias o afecciones en la sangre. Incluso, a pesar de que las cantidades de fibra que contiene no son muy elevadas, ayuda a regular el funcionamiento gastrointestinal.

La granada, además de ser una fruta muy original en cuanto a su aspecto y sabor, es capaz de ayudar a tratar muchas enfermedades. Algunos expertos apuntan que el zumo de granada, gracias a su alto contenido en antioxidantes, podría retrasar la evolución del cáncer de próstata en pacientes en los que ha fracasado el tratamiento inicial con cirugía o radioterapia. Por si fuera poco, también se ha demostrado que es un eficaz aliado para tratar la disfunción eréctil de causa vascular.

 Asimismo, gracias a los antioxidantes que aporta, consumir zumo de granada con regularidad podría ayudar a disminuir las intervenciones quirúrgicas en embarazadas para traer a sus hijos al mundo, es decir, las cesáreas, al verse acelerado el parto llegado el momento.

Otros beneficios que podemos destacar del jugo de esta fruta, según los investigadores, son: disminución en el riesgo de desarrollar cáncer, inflamación, así como enfermedades cardiovasculares o neurodegenerativas. Además, se la considera una eficaz ayuda para retrasar el envejecimiento.