Mientras está en pleno desarrollo la elaboración y certificación de
una nueva “Lista Tascón”, debo decir que Maduro le pidió cacao a los
EEUU; por eso vino Thomas Shannon a Venezuela, Diplomático
estadounidense que más conoce los problemas de nuestro país.
Me pregunto: ¿Cómo confiar en la cifra de firmantes contra Obama,
cuando ni siquiera el líder del PSUV, Hugo Chávez, logró en su mejor
momento alcanzar la tan anhelada y publicitada cifra de los 10 millones?
¿Lo van a lograr estos que no llegan siquiera a una mala copia del ex
mandatario?
Considero que así como una confesión bajo tortura no tiene validez,
tampoco la tienen estas firmas obtenidas mediante coacción y amenaza de
despido o, incluso, como requisito forzoso para la expedición de un
título en una universidad estatal, en fin, una lista ilegal.
Lo cierto es, que mientras Maduro busca de cualquier manera derogar
el decreto de los Estados Unidos hacia algunos funcionarios venezolanos,
los cubanos y los iraníes firman acuerdos históricos con Barack Obama
para beneficiar las economías de sus países y, por consiguiente,
ofrecerles mejor calidad de vida a sus pueblos.
Merece la pena recordar que el primero fue el acuerdo del gobierno
norteamericano con Cuba. Ahora el convenio nuclear con Irán; en fin,
nuevas alianzas y compromisos con países “aliados” con Venezuela.
Por esto digo sin lugar a dudas, que al gobierno venezolano le iría
mejor sí, en vez de obligar a firmar contra Obama, anunciara una
política de apertura hacia los Estados Unidos.
Después de la Cumbre de las Américas, indudablemente se le acabará el
show que montó el gobierno y sus acólitos con las firmas, aunque la
verdad sea dicha, los gringos emitieron el decreto que facilitó el
showcito por el cuento de la fulana “amenaza”.
Por otro lado lo que resulta más grave es que el gobierno de
Venezuela está abandonando la defensa de nuestros intereses en el
Esequibo para favorecer a Guyana, esto es realmente insólito. La
concesión a la Exxon Mobil invade nuestras aguas territoriales, mientras
el gobierno vocifera el “nacionalismo”, perdemos el Esequibo, y el
Delta se encuentra en riesgo.
Todo eso en razón de que Cuba es aliado de Guyana y le impone esta
directriz a Nicolás, ante este desastre de gobierno, no me queda otra
cosa que decir como venezolano. ¡Qué vergüenza!
La realidad de nuestro país es que no hay comida, no hay medicinas,
no dan divisas; sin embargo, para llevar “camaradas revolucionarios” a
la Cumbre sí hay dinero; patrimonio de los venezolanos que se encuentran
en largas colas para obtener algún tipo de alimento de primera
necesidad, en el mejor de los casos. Tristemente hay un grupito de
marionetas de Maduro que se prestan a un nuevo teatro por unos pocos
dólares, así como lo confirmó el jefe del Sindicato Bolivariano, cuando
comentó que ellos iban con una representación de 60 “defensores de la
patria”.
Omar Ávila