11.4.15

¡Saltarse el desayuno… engorda!

Según la, Seguridad Alimentaria y Nutrición”, casi el 30% de las personas salen de casa sin desayunar, ya que prefieren, por ejemplo, tomarse un café en sus lugares de trabajo. ¿Sorprendente, no es así? Pues existe otro dato que nos preocupa un poco más: solo el 3% de la población infantil toma un desayuno realmente saludable.
La mayoría de nosotros -niños incluidos- nos limitamos, casi siempre, a tomar un vaso de leche y alguna bollería industrial. Algo dulce y rico en grasas que nos sacia al instante y que nos permite salir “rápido” de casa. ¿Cuál es la consecuencia de ello? Que, día tras día, nuestra población presenta índices más altos de obesidad.
Y existe además otra idea errónea que debemos corregir, esa que dice que, para perder peso, es mejor prescindir del desayuno. Hoy en nuestro espacio queremos explicarte lo que puede ocasionar saltarte esa primera comida del día. Estamos seguros de que te va a servir de ayuda.

¿Sabías que si te saltas el desayuno aumentas de peso?

Puede que te sorprenda, pero las justificaciones que dan las personas que salen de casa sin desayunar suelen ser casi siempre las siguientes:
La falta de tiempo.
El haber cenado bastante la noche anterior.

Querer bajar unos kilos.
Si te ves identificada con alguna de estas dimensiones, es necesario que tengas muy en cuenta las consecuencias que el “ayuno” puede tener para tu salud.
Iniciar el día sin nada en el estómago se relaciona directamente con una bajada de energía, un pobre rendimiento intelectual, cansancio y mal humor. ¿Sabías que tu cerebro necesita casi un 20% de tu energía total para funcionar con normalidad? De ahí que nos sintamos como aturdidos y con dolor de cabeza, puesto que, sin nutrientes y las vitaminas adecuadas, no podrás rendir de modo adecuado en el trabajo.

Las personas que no desayunan sufren estreñimiento

El no desayunar ocasiona lo que los expertos llaman “síndrome metabólico”, es decir, una acumulación de grasa, localizada casi siempre en el abdomen. Esto se debe básicamente a que nuestro organismo, al percibir que “no hay alimento”, activa una serie de enzimas para que hagan acopio de reservas (grasas). Lejos de perder peso, nuestro cuerpo recoge esos lípidos y esas grasas y las almacena en lugares muy concretos, siendo el abdomen uno de sus preferidos.
¿Sabes lo que ocasiona, a su vez, la obesidad abdominal? Un aumento de los triglicéridos, hipertensión y altos niveles de glucosa en sangre. Todo ello deriva finalmente en graves problemas cardiovasculares.

Según un interesante estudio de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard (Boston, Estados Unidos), son muchos los hombres que salen de casa sin desayunar o que, simplemente, toman un “café bien cargado” para despejarse. El seguir esta práctica durante varios años suele derivar en un infarto.

Como puedes ver, al no desayunar corres un riesgo muy elevado. No solo vas a conseguir que tu metabolismo trabaje más lentamente sino que, además de esa grasa que vas a acumular, se dispararán un sinfín de problemas asociados, que todos podríamos evitar si nos cuidamos un poco más. ¡Y desayunando!

Claves para un desayuno saludable con el cual no ganar peso

  1. Incluye cereales integrales
La avena, por ejemplo, es uno de los mejores aliados que incluir en un desayuno saludable. Acompañada por una manzana a trocitos y unas uvas se alza como una opción deliciosa. Otro ingrediente estupendo para tu desayuno es, por ejemplo, el pan de centeno. Si le añades mermelada de ciruela y lo acompañas con un buen jugo natural de naranja, te encantará.
  1. Algo de proteína. ¿Sorprendida?
Debes saber que la proteína es esencial para ganar músculo. ¿De qué nos sirve adelgazar si la piel se queda flácida? Un desayuno saludable necesita su porción de proteínas y puedes obtenerlas, por ejemplo, de un huevo cocido. Con un poco de aceite de oliva y cortado a trocitos es ideal. También puedes hacerte una rica tortilla con espinacas.
  1. ¿Leche? ¿Té? ¿Café?…
Te recomendamos las bebidas vegetales como, por ejemplo, las de almendras, las de avena, arroz o nueces. No contienen lactosa y nos aportan mucha energía. Tampoco dudes en incluir tu taza de café, o si lo deseas, el té verde. Siempre son adecuados.
  1. Una pieza de fruta
¿Y cuál es la mejor? La que tú quieras. Desde una manzana verde hasta una pera, o una rica ensalada de fresas con kiwi, una papaya o una rodaja de piña. Lo ideal es que sean frescas y, si te preguntas cómo es mejor consumirlas, si en jugo o entera, te diremos que los jugos siempre contienen un poco más de azúcar. Lo mejor es consumir una pieza de fruta natural, con piel incluida, como es el caso de las manzanas.
  1. Sí a los frutos secos
Puedes tomar 3 nueces cada día o 5 almendras: combinan con todo y nos aportan desde magnesio a excelentes ácidos grasos como el omega 3.
  1. Sí a los probióticos
Uno de los mejores es el yogur griego natural sin azúcar. Activa el metabolismo y, además, nos aporta bacterias saludables que cuidan de nuestra flora intestinal.

Y ya sabes… ¡No vuelvas a salir de casa sin desayunar!