Hay algo que va en aumento y desafortunadamente es
la cifra de niños que visitan las salas de emergencia luego de haber ingerido
una batería (pila) de tipo “botón”. Son menos conocidas que las tradicionales
baterías cilíndricas que vienen en distintos grosores, pero como sirven para
cargar una gran variedad de productos, seguro que ya tienes más de una en tu
hogar. Si un hijo tuyo se las traga accidentalmente podría estar en un peligro
muy grave. Así que es necesario que tomes medidas de seguridad.
Desde la perspectiva de un niño, el mundo se ve completamente
diferente. Cualquier objeto, por insignificante que le resulte a un adulto, se
convierte a través de los ojos del pequeño en algo interesante, casi
mágico y totalmente digno de explorar con los cinco sentidos. Imagínate
que a las manos de uno de tus hijos llegue una batería de botón (aplastada, en
forma de disco), brillante, lisa, novedosa… y que se la lleve y se la
introduzca en la nariz, en los oídos o peor, en la boca.
Si por accidente se introducen en la nariz o en los oídos, las
consecuencias pueden ser molestias, dificultad al respirar, dolor y hasta la
obligada visita al doctor o a la sala de emergencias para desalojarlas sin
peligro. Pero cuando se ingieren y se alojan en el esófago (el tubo que conecta
a la boca con el estómago), las pilas de botón pueden ocasionar complicaciones
graves, incluso la muerte del paciente.
Una investigación reciente, llama la
atención acerca del aumento en las visitas a la sala de emergencia relacionadas
con las pilas de botón, presentes en la mayoría de los hogares ya que son las
encargadas de cargar: juguetes, calculadoras, cámaras, relojes, audífonos,
linternas de bolsillo, así como los controles de varios aparatos como:
televisores, videojuegos o reproductores de música o vídeo. Y como las más
modernas traen el doble de voltios (de 1.5 voltios a 3 voltios), el peligro
potencial es todavía mayor.
En un período de 20
años hubieron 66,000 visitas de niños (hasta los 18 años de edad) a las salas
de emergencias relacionadas con todos los tipos de baterías, con un incremento
espectacular en los últimos ocho años. Las baterías de botón representaron la
causa de cerca de 2,785 visitas a las salas de emergencia en el 2009, un
aumento considerable en comparación con las 1,301 visitas en el 1990.
Los investigadores han lanzado el llamado de alerta por el
incremento de los casos de emergencia, así como debido al mayor nivel de
riesgo. Como comentábamos antes, las nuevas baterías de botón son ahora más
potentes, por lo que cuando se tragan el riesgo es mayor que nunca. Aunque
alrededor del 92% de los casos de ingestión son tratados con éxito, el resto se
enfrenta a un riesgo cada vez mayor de daño interno grave. Según los expertos,
cuando estas baterías se detienen en un punto en el esófago, pueden ocasionar
una pequeña corriente y perforar el esófago, causando daños muy graves en menos
de dos horas. Puede incluso afectar la arteria aorta y el niño puede sangrar
hasta morir.
Si los padres sospechan que el niño se ha tragado una
batería por accidente, o la tiene alojada en la nariz (de ahí puede aspirarla y
puede tragarla). Por eso deben acudir de inmediato a la sala de emergencias más
cercana sin perder tiempo. Algunos de los síntomas que pueden alertarlos son:
dificultad para respirar, tos, dolor en el abdomen, náuseas, vómitos y/o heces
con sangre, aunque es posible que el niño no tenga ningún síntoma.
Una vez en la sala de emergencia, se le someterá a una serie de
pruebas para localizar y desalojar la pila:
- Radiografías (para localizar la pila o batería)
- Laringoscopía directa o cirugía si la pila ha sido inhalada y está obstruyendo las vías respiratorias
- Endoscopía para sacar la pila si el niño(a) se la tragó y la pila está todavía en el estómago o en el esófago
- Broncospía si la pila ha sido inhalada hacia los pulmones
Si el niño se tragó la pila (o batería) y ésta ya ha hecho el
recorrido desde el estómago a los intestinos, a través de radiografías se
verificará si se está desplazando por el tubo digestivo hasta que salga por las
heces. Pero si se presenta cualquier síntoma sospechoso, puede significar que
la pila ha viajado de nuevo hacia el estómago y en ese caso hay que sacarla
mediante una endoscopía. Es muy importante actuar de inmediato para
comenzar cuanto antes el tratamiento y evitar daños potenciales.
Ahora bien, ¿qué pueden hacer los padres para evitar que sus hijos
las ingieran?
Es muy importante que tomes las siguientes medidas:
- Revisa cuidadosamente los juguetes de los niños más pequeños, especialmente los impulsados por baterías. Asegura las tapas del receptáculo de las baterías con cinta adhesiva. Toma esta misma medida de precaución con los controles del televisor, y con otras unidades que tengas en casa.
- Coloca los controles y otros objetos pequeños (relojes, linternas, audífonos), lejos del alcance de los niños, sobre todo los más pequeños.
- Supervisa los juegos de los niños. Procura que no tengan a su alcance ningún objeto (o parte de un juguete) que se puedan tragar accidentalmente.
- Guarda los paquetes de pilas (baterías) de repuesto en un lugar cerrado y seguro.
Como ves, la prevención es siempre la mejor medida. Los accidentes
suceden en un abrir y cerrar de ojos. No podemos desechar toda la tecnología
que tenemos en casa, pero sí podemos aprender a evitar el peligro.
Algo tan pequeñito y aparentemente inofensivo como una batería o
pila de botón puede tener consecuencias muy serias. Ahora ya sabes cómo
evitarlas