Manzana
Se
trata de una de las frutas más
consumidas, ya que gustan a todo el mundo, se pueden encontrar durante todo el
año en múltiples variedades. Entre sus propiedades saludables destacan
cuatro:
Es un eficaz aliado contra la diarrea, una de las patologías más frecuentes
en nuestra sociedad. Para ello la manzana debe ser consumida en forma de
compota, hervida, en puré o asada.
Por extraño que parezca, también sirve para la situación contraria,
es decir, para combatir el estreñimiento. En este caso, la manzana ha de tomarse
cruda y con piel para aprovechar toda la fibra que contiene.
Gracias a su rica composición en flavonoides, quercitina y vitamina
E, se puede considerar un alimento antioxidante y, por tanto, una fruta capaz de cuidar nuestra piel.
Gracias a su capacidad para saciar el apetito, es una eficaz ayuda para
aquellas personas que están a régimen o que simplemente no quieren ‘picar’ entre horas.
Melón y Sandía
Ambas
frutas, las más populares en
verano, destacan por su alto contenido en agua (aproximadamente un 93%), lo que
facilita la eliminación de toxinas y constituye un excelente remedio
contra las altas temperaturas. Además, son perfectas para enfermedades que causan retención de líquidos y para dietas de adelgazamiento, debido
a que tienen un bajo contenido calórico, aproximadamente 20-30 calorías
por cada 100 gramos.
La sandia, por su parte,
puede que no tenga cantidades relevantes de vitaminas, pero sí aporta altas dosis de magnesio, uno de los
compuestos que permiten el buen rendimiento muscular, y potasio, que participa
en la función celular. Minerales
importantes para un correcto desarrollo.
El melón, en cambio,
aporta vitaminas C, que ayudan a asimilar los aminoácidos;
A, necesarias para la buena salud de la vista y la piel; E, antioxidante que
actúa en la reparación de los tejidos; B1 o tiamina, con funciones en el
sistema nervioso; B2 o riboflavina, para la respiración celular; B3, o niacina,
que interviene en el crecimiento y la reproducción; y B5, imprescindible en el
metabolismo celular. En cuanto a los minerales, al igual que la sandía, destaca
por su alto contenido en magnesio y potasio, pero también en sodio, importante
para que los impulsos nerviosos se transmitan correctamente. Además, contiene
cantidades menores de calcio,
hierro, zinc y selenio.
Las
personas
diabéticas deben tener mucho cuidado con esta fruta ya que contiene grandes
cantidades de azúcar.
Mango
y Granada
El mango contiene una
elevada cantidad de agua y de glúcidos, pero también
aporta minerales como hierro,
calcio, fósforo, potasio y sodio. Hay que diferenciar entre los mangos que aún no hayan alcanzado la
madurez, que serán ricos en vitamina C, y los que ya han madurado que contienen
vitamina A y ofrecen una gran cantidad de beta carotina. En cualquiera de los
casos, el mango añadirá a la dieta grandes dosis de ácido fólico.
El mango, por todas estas
cualidades, puede considerarse un gran aliado para la prevención de
enfermedades relacionadas con
la piel, la
mucosa o la vista. Además, su consumo está aconsejado para personas que sufren anemias o afecciones en la sangre. Incluso, a pesar de que las cantidades
de fibra que contiene no son muy elevadas, ayuda a regular el funcionamiento
gastrointestinal.
La granada, además de ser una fruta muy original en cuanto a su aspecto y sabor, es capaz de ayudar a
tratar muchas enfermedades. Algunos expertos apuntan que el zumo de granada,
gracias a su alto contenido en antioxidantes, podría retrasar la
evolución del cáncer de próstata en pacientes en los que ha fracasado
el tratamiento inicial con cirugía o radioterapia. Por si fuera poco,
también se ha demostrado que es un eficaz aliado para tratar la disfunción eréctil de causa vascular.
Asimismo,
gracias a los antioxidantes que aporta, consumir zumo de granada con regularidad podría
ayudar a disminuir las intervenciones quirúrgicas en embarazadas para traer a sus hijos al mundo, es decir, las cesáreas, al verse acelerado el parto llegado el momento.
Otros beneficios que
podemos destacar del jugo de esta fruta, según los investigadores,
son: disminución en el riesgo de
desarrollar cáncer, inflamación,
así como enfermedades cardiovasculares o neurodegenerativas. Además, se la
considera una eficaz ayuda para retrasar el envejecimiento.