21.1.11

DEJAR DE FUMAR

Alternativas al cigarrillo

El 2011 se concibe como el año sin tabaco por excelencia: se ha prohibido fumar completamente en cualquier sitio público y, además, el precio de la cajetilla de tabaco está por las nubes. Por ello, mucha gente ha decidido que ha llegado el momento de deshacerse de este vicio pero, puede llegar a resultar muy complicado.

Lo primero con lo que hay que contar es con fuerza de voluntad y con predisposición real a abandonar este hábito. Por mucho que se realicen tratamientos, si nosotros no ponemos de nuestra parte, lo único que haremos será perder dinero, tiempo y energía. Así que para empezar hay que preguntarse: “¿De verdad estoy dispuesto a abandonar el tabaco?”

Una vez con las ideas claras, podemos acudir a diferentes tratamientos para ayudarnos a conseguir nuestro objetivo. Dependiendo del grado de dependencia y de la personalidad de cada uno se deberá elegir un método u otro. Aquí te explicamos los seis más conocidos y que mejores resultados presentan.

El Té
La cadena se ha sacado al mercado unas infusiones para calmar la ansiedad entre fumadores. Son 100% saludables y naturales. Hay que tener muy presente que sólo son una ayuda, no es un sustitutivo de la nicotina.

Cada infusión está compuesta de una combinación de plantas relajantes: la menta, el azahar, la rooibos y la valeriana. Éstas tienen un efecto calmante en el organismo disminuyendo el nerviosismo que produce la adicción a la nicotina.
Los chicles de nicotina
Es una terapia sustitutiva de la nicotina. Con ellos se pretende reducir los síntomas de la abstinencia: nerviosismo, irritabilidad, hambre, cansancio… Los más conocidos son los chicles ‘Nicoret’ pero, actualmente en el mercado podemos encontrar gran variedad.

Sus ventajas son que se pueden utilizar en cualquier lado y en cualquier momento en el que se necesite fumar. Los inconvenientes son el mal sabor y, el más preocupante, la mala utilización de los mismos.

Para que funcione realmente primero hay que masticarlo lentamente hasta que se note un fuerte sabor. 
 A continuación hay que detenerse para que la nicotina se comience a absorber por la mucosa bucal. Una vez que ha desaparecido el sabor se vuelve a comenzar a masticar. Hay que repetir esta operación hasta que se deje de desprender nicotina.

Cada chicle puede contener una dosis diferente de nicotina dependiendo de la persona que lo use y la cantidad que necesite para apaciguar su abstinencia.
Los parches de nicotina
Son paliativos para dejar de fumar. Al igual que el método anteriormente citado, es una terapia sustitutiva de la nicotina. Intenta administrar equilibrio para superar la abstinencia.

Se puede aplicar sobre la parte superior del tórax, en los brazos o en las caderas. Debe utilizarse una vez al día y siempre a la misma hora y durante el mismo tiempo: nunca más de 16 o 24 horas seguidas.

Durante el tiempo que decidamos utilizar este tratamiento, que no debe superar las 6-20 semanas, no podemos fumar. Los parches ya nos van a aportar una cantidad de nicotina equilibrante que no es recomendable mezclar con la que nos aportan los cigarrillos.
La acupuntura
Esta técnica proviene de China y consiste en la colocación de agujas en puntos estratégicos para estimular la circulación de energía. Es buena para reducir la ansiedad, el mal humor y el nerviosismo del síndrome de abstinencia.

La acupuntura debe combinarse con la auriculoterapia. Ésta última es una variante de la primera que utiliza la oreja como zona refleja. No es dolorosa ni peligrosa para la salud. Consiste en la implantación de 20-25 agujas de las cuales, el paciente tendrá que conservar algunas adheridas hasta la siguiente sesión.

Los resultados que se consiguen después de unas cinco semanas de tratamiento son: la estimulación de los pulmones y el sistema nervioso reduciendo el deseo de fumar y provocando sensación de asco por lo mismo, reducción de la ansiedad y la eliminación de toxinas, reducción del insomnio y aumento del equilibrio interno y auto control.

La hipnosis
La hipnosis es un estado especial de la consciencia en el que entra la persona hipnotizada de forma voluntaria conducida por un terapeuta. Durante este estado al subconsciente se le da la información de que el tabaco es malo y que lo rechace.

Gracias a este método se puede superar más fácilmente el síndrome de abstinencia sin sufrimiento. Además, disminuye la ansiedad en un 90%.

Este es el año por excelencia en el que dejar de fumar. La salud lo agradecerá y el bolsillo también. Para empezar hay que concienciarse del paso que vamos a dar y, a continuación, podemos acudir a un especialista para que nos recomiende el tratamiento que más nos conviene, ¡sólo hace falta un poco de fuerza de voluntad!