20.7.16
El Socialismo una Leyenda Equivocada.
Mijaíl Gorbachov abrió la espita para que el férreo modelo socialista soviético, de corte ortodoxo y resabios estalinistas, se viniera abajo como un castillo de naipes. Su propuesta de “perestroika” y glásnost, vale decir, reestructuración y transparencia, tenía por objeto darle al sistema político nacido de la primera revolución socialista triunfante, liderada por mi tocayo Vladimir Ilich Ulianov, mejor conocido como Lenin, un segundo aire, una nueva oportunidad de sobrevivir, pero inyectándole una dosis de libertad, de flexibilidad, luego de más de 70 años de implacable control por parte de un burocratizado Partido Comunista, de cuyo seno no solo surgió el propio “Gorby”, como lo llamaron en Occidente, sino una figura sorprendente como el alcohólico Boris Yeltsin, que le puso el último clavo al ataúd de la fallecida Unión Soviética.