Cuando estuve allá arriba en el Terepaima, se veía a lo lejos Barquisimeto, una urbe de contrastes. Bella pero también destruida y muy peligrosa. No podía creer cómo en un pedazo de tierra se conjugaban el terror y la paz, el orden y el caos. Por supuesto, la paz y el orden lo encontré en la salvaje y exótica naturaleza del parque nacional.
Pregunté por otra ruta a unos ciclistas y me dijeron que había muchos sitios maravillosos en el Estado Lara o cerca para explorar con ríos, cascadas, montañas, pero.... estaban "muy peligrosos". Qué lástima que con tanta belleza que tiene nuestro país no podamos disfrutarla por miedo a que te pase algo en la carretera o te roben, atraquen o secuestren mientras visitas un lugar "paradisíaco".
Falta amor hacia nuestra tierra, una economía próspera y estable, control y gobierno pero sobretodo, educación y sentido común.
Podríamos vivir del turismo con tan hermoso y diverso en paisajes país. Trabajemos en ello..
Necesitamos urgente un cambio de gobierno pero también educar y sensibilizar a nuestros hijos y tu comunidad. Responsabilidad social y ambiental por parte de todos Desde el hogar, la empresa privada hasta las instituciones y comunidades. Sólo así lograremos un cambio y mejor vida.
Alexandra Potyka